Déplacée

Sin título #1
Sin título #2
Sin título #3
Sin título #4
Sin título #5
Sin título #6
Sin título #7
Sin título #8
Sin título #9
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Sin título #11
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Sin Título #26
Sin Título #27
Sin Título #28
Sin título #29
Sin título #30
Sin título #31
Sin título #32

 

“…to seek and be able to recognize who and what,
in the midst of the hell, are not hell, then make them
endure, give them space.”

The Invisible Cities
Italo Calvino

 
We know what is disconcerting in the vicinity of the ends or simply in the sudden proximity of unrelated fragments.

A full daily imaging has made us perceive easily the aesthetic attributes of the trivial. We see every scene as a game of clouds of abstract figures and poetical compositions. However you need to understand that the extravagance of these unusual meetings also wraps of sterility the lyricism of these images.

Seems to be pleased to play at putting epigraphs to the landscape, while growing a chasm between the look and understanding.

It is certainly possible to perceive an assignable content to each of these unique signatures, but just give them a place apart, the emptiness of sense emerges of what discovered. These grooves suspicion born and with it the question.

By polyhedral it aesthetic appreciation, a work of art is inseparable from the intention of his speech. Changes the significance of the object. The world waits to be caught, but for the hands that transforms an idea into artistic concept.

Déplacee puts the frame around the object. It proposes the mirage of art. Conscious of the relation between the parts, each part to the whole, and the whole with each of the parts. The harmonious rhythm of these relationships, an essential factor of aesthetic experience.

Just because the landscape does not contain simple epigraphs, not always we succeed on having been thinking about having reached this Epiphany.

Déplacée interrogates the plurality of causes.

 

“Buscar y saber quién y qué, en medio del infierno,
no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio”

Las Ciudades Invisibles
Ítalo Calvino

 
Sabemos lo que hay de desconcertante en la proximidad de los extremos o, sencillamente, en la cercanía súbita de fragmentos sin relación.

Un cotidiano repleto de imágenes nos ha hecho percibir con facilidad los atributos estéticos de lo trivial. Vemos cada escenario como un juego de nubes de figuras abstractas y composiciones poéticas. Sin embargo es necesario entender que la extravagancia de estos encuentros insólitos también envuelve de esterilidad el lirismo de estas imágenes.

Gusta jugar a ponerle epígrafes al paisaje, al mismo tiempo que crece un abismo entre la mirada y la comprensión.

Es verdad que es posible percibir un contenido asignable a cada una de estas singulares rúbricas, pero justo al darles un lugar aparte, emerge el vacío del sentido sobre lo descubierto. Entre estos surcos nace la sospecha y con ella la pregunta.

Por poliédrica que sea la apreciación estética, una obra es indisociable de la intención de su discurso. Cambia la significación del objeto. El mundo espera ser captado, pero por la pluma que transforme una idea en concepto artístico.

Déplacée pone el marco alrededor del objeto. Propone el espejismo del arte. Consciente de la relación entre las partes, de cada parte con el todo, y del todo con cada una de las partes. El ritmo armonioso de estas relaciones, factor esencial de la experiencia estética.

Justamente porque el paisaje no contiene simples epígrafes, no siempre acertamos al creer haber alcanzado esta epifanía.

Déplacée interroga la pluralidad de las causas.

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